¿Qué nos espera para el 2021? La respuesta está condicionada al desenvolvimiento de la crisis sanitaria, que podría solucionarse si la vacuna supera todos los protocolos científicos y se distribuye rápidamente.
Por Guillermo Dulanto. 04 enero, 2021.El 2020 nos deja una profunda crisis económica. Las medidas de confinamiento, para detener al COVID-19, provocó una fuerte caída en la demanda de bienes y servicios y, sobre todo, en los no necesarios, por lo que, evidentemente, los sectores vinculados a la provisión de estos fueron los más afectados.
Las cifras oficiales muestran que la caída del PBI será de -12%, el déficit fiscal alcanzará la cifra de -10,7%, y la deuda pública ha saltado a 35,4% (todos ellos como porcentajes del PBI). Además, la pérdida de empleos, entre altas y bajas, alcanzó a 6,7 millones de personas.
¿Qué nos espera para el 2021? La respuesta está condicionada al desenvolvimiento de la crisis sanitaria, que podría solucionarse si la vacuna supera todos los protocolos científicos y se distribuye rápidamente. Si esto ocurre, las actividades económicas y sociales se restablecerán al 100% y la economía podría tener una significativa recuperación, estimada en un crecimiento del PBI de 10%.
Pero ¿qué tienen que hacer los agentes económicos, incluido el Estado a través del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y el Banco Central de Reserva (BCR), para alcanzar o superar ese estimado de crecimiento? En primer lugar, reactivar la demanda, privada y pública, de modo que permita una reactivación del aparato productivo y, por ende, del empleo.
Asimismo, el MEF y el BCR deben coordinar políticas fiscales y monetarias en un escenario de alta restricción de las cuentas fiscales. Si bien las reglas fiscales han sido suspendidas, también es necesario ir hacia una convergencia fiscal a partir del 2022. No hay que olvidar que la solidez macroeconómica que tuvo el Perú el 2020, producto de muchos años de manejo prudente de las cuentas fiscales, permitió aplicar medidas de emergencia durante la crisis. El BCR tiene mayor margen de acción, ya que a pesar de las medidas expansivas que aplicó este año, la inflación se mantiene en 2,14% (noviembre 2020, doce últimos meses).
Ahora, la reactivación debe impulsarse, principalmente, por el sector exportador, asumiendo un crecimiento de la economía mundial del 5,3%, según los cálculos más optimistas; y, por el sector privado que fue el más perjudicado con la crisis. En este sentido, debe priorizarse el gasto del Estado para incentivar la demanda interna y la inyección de fondos para las empresas. El gasto público directo a través de obras puede ayudar a la reactivación económica; pero, debe ser la segunda prioridad. No olvidemos que el mayor porcentaje de desempleo se originó por la reducción de la actividad privada.
Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.